Paisajes rectangulares

(2016)

Cuando me desvinculé de la fotografía comercial, volví a usar la cámara fotográfica sin las presiones del trabajo, como un juego, a la manera de la escritura automática surrealista. A medio camino entre la documentación objetiva del paisaje y  la subjetiva propia de esta acción surrealista, apareció el rectángulo, y aparecieron partes de mí  sensibilizadas por el deterioro medioambiental que sufre el planeta , y que en los paisajes de la zona Levantina en la que ahora vivo se ven por doquier.

A partir de ahí quise trabajar sobre un concepto de paisaje alejado de la tradición romántica, y más centrado en la relación entre la naturaleza y el ser humano tras la industrialización y la modernización de la sociedad.Una renovación estética del paisajismo fotográfico que nació en la Norteamérica de finales de los años setenta, y que en mis paseos de juego y búsqueda interior, se topan con estos espacios residuales, semiabandonados, creados a partir del impacto del hombre.

El rectángulo es un elemento geométrico creado por el ser humano, y que no existe de manera natural en la naturaleza. Utilizo el rectángulo como hilo conductor del trabajo, que a modo de tipologías ponen de manifiesto la huella del hombre sobre la tierra. Autores de ciencia ficción cómo Jack McDevitt adoptaron esta filosofía en su serie “Las Máquinas de Dios”. En ella, las misteriosas nubes omega atacan cualquier objeto con líneas y ángulos rectos ya que lo consideran un indicador claro de una civilización avanzada.